Boca

El Boca queda en Orrego Luco, entre La Costanera y Providencia, al lado del Huerto, y al frente al de la Ostia. En realidad esta vez ibamos con unos amigos al de La Ostia, pero estaba lleno (nada de raro: buen restaurant, buenos precios, pero chico). Nos decidimos por el Boca ya que me habian hablado bastante de el.
Es un lugar pequeño, con dos pisos. Claramente el primer piso la lleva, el segundo es mas piola y tiene mucho menos onda. Bien decorado, moderno y al mas puro estilo bistrot francés, es decir, carta reducida y algunos platos preparados especialmente en el dia, buena carta de vinos.
Todo parecia bien, la moza que nos toco super amable, y se notaba que se estaba esforzando por atendernos bien... el problema claramente es la cocina... esperamos por lo menos 35 minutos que nos trajeran los platos, menos a uno el cual se demoraron un rato mas en traer.. todo mal!, todos los platos servidos y teniendo que esperar para comer porque faltaba un plato... mmmm... eso no se hace!. La comida estaba bien pero nada para volverse loco, de hecho la carta es reducida pero no con nada que se viera demasiado destacable, de hecho yo me la jugue con una ensalada dado lo poco motivante de la oferta. El resto se pidieron diferentes paltos que estaban bien preparados, super bien presentados, pero nada para volverse loco.
Lo unico que tiene el Boca es onda, teniamos a la Maria Gracia sentada al lado, y el restaurant esta super bien como lugar, si tienes un ataque de baja automestima y necesitas sentirte que la vida no es tan miserable como parece y que Maria Gracia te hable y te pida un cigarro porque los de ella se acabaron.. bieeen.... el boca prodria ser un buen lugar.. si vas a comer y espera que te atiendan bien.. olvidalo!
Direccion: Orrego Luco 40
Telefono:3333054
Precio: unas 18.000 pesos por pareja (incluido el pisco sour de rigor)
A este restaurant he ido varias veces y supongo que seguiré llendo, porque es realmente bueno. Tiene una carta pequeña pero contundente, que varia segun los diferentes dias y estaciones del año. Hay desde cordero a pasta, pasando por las ensaladas y unos desayunos (que uno puede pedir a cualquier hora del dia) que son gigantescos y al mas puro estilo gringo: pura maldad (100% colesterol). La dueña es una neozelandesa pequeñita de pelo rubio, que se pasea entre las mesas y siempre esta con una sonrisa, ayudando a sus mozos y preguntando si esta todo bien. Asi da gusto ir a un restaurant donde se nota que los mas pequeños detalles estan cuidados por su dueño. Por otro lado, el melba tiene una onda muy cosmopolita siempre esta lleno de gringos, alemanes, australianos, que intentan practicar su español recien aprendido con los mozos.
Este restaurant queda por un costado de la Plaza Peru, en Isidora Goyenechea (BArrio el Bosque), es pequeño y siempre escuche maravillas acerca de el. Asi es que me decidi a ir a almorzar un dia con un amigo. No me gustó, lo encontré caro y con comida bastante simplona, como que era comida de menu de cualquier restaurtant pichiruchi pero mejor presentada, ademas la atencion fue lenta y poco cuidadosa... todo mal.